Dios es grande. El año pasado, Estefana Ruíz fue diagnosticada con cáncer de mamá, uno muy agresivo, pero luego de varios meses de batalla, finalmente tocó campana.
Después de 18 quimioterapias, una mastectomía bilateral, y 15 radioterapias, la cantante puede sentirse feliz y muy agradecida con Dios y con todos los que le sostuvieron la mano durante este duro camino.
Estefana inició su último tratamiento en abril. En ese momento confesó que estaba en negación, que no deseaba hacerse el tratamiento, pero sabía que era lo mejor para ella, para su salud y la de su familia, para que estén más tranquilos.
En ese entonces mencionó que su cuerpo todavía no se recuperaba del daño de las quimioterapias realizadas y que esperaba que pase rápido ese proceso. “No quiero hacerle más daño a mi cuerpo, todavía no me recuperó de todo lo que me hizo la quimio a mi cuerpo, no quiero sentirme mal... Aquí vamos. Esperemos que esto acabe lo más pronto posible”, dijo Ruíz.
Este miércoles, con un humor muy diferente, maquillada recibió su última radioterapia y finalmente tocó campana. "Finalmente terminamos, gracias por acompañarme en este proceso, solo puedo agradecer a ustedes, a mi familia, a los doctores, a mis amigos, a toda la gente que me contuvo, que me agarró la mano... si estás empezando un proceso como este, quiero decirte que va a pasar, llegará un momento que pasará, y sí se puede. Estoy muy agradecida con la vida por lo fuerte y por enseñarme el increíble ser humano que puedo ser".
Al igual que otras guerreras, la panameña aprendió mucho por la enfermedad, ya que antes del cáncer no se sentía suficiente, "no creía que era suficiente, me sentía muy triste y decepcionada de la vida. Esta oportunidad que me ha dado Dios es tan hermosa".
Señaló que fue mucho más difícil de lo que pensó.